martes, 10 de enero de 2012

Basureros de Mar

La idea es  que los surfistas, Pescadores artesanales y bañistas en general, a la hora de encontrar plásticos en el mar o en sus redes se dirijan a botarlos  a los basureros de mar que estarán  cerca de ellos, flotando y anclados en el mar.

Con frecuencia  determinada se irá en los botes de pescadores artesanales amigos como Julio Ferrari  a recoger los plásticos recolectados, se llevaran a la orilla y de ahí al depósito de reciclaje ubicado en el terreno de nuestro miembro  de H2OLAS  Sandro Testino en la pampa de Punta Hermosa, donde una vez acopiado el volumen necesario se entregara a los recicladores.
 
Los basureros de mar están  hechos de materiales reciclados: de redes en desuso  donadas por la pesquera  Hayduk  y  botellas de plástico recicladas, armado a mano por Julio Ferrari  especialista en confección de redes.
 
Sustenta flotabilidad  propia con un aro  de 1.2mts de diámetro hecho de la misma  red  y relleno de botellas plásticas recicladas, recogidas en Punta Hermosa, además porta un mástil con banderolas  de H2OLAS y auspiciadores para su fácil visibilidad y ubicación.

Como auspiciadores  y colaboradores  de este BASURERO DE MAR  piloto están:

Fernando Parodi de Pesquera HAYDUK, Ricardo Bouroncle de Wetsuits  BOZ,  Daniel Sacovertiz de OLAS surfwear, Jaime Bello de  BDR publicidad, Luis Portugal de PERU DEPORTES, Gury Guyburu de Gdesigne.com, Raul Calle de OLAS.TV, Sandro Testino de HOSTAL LA ISLA, Arq. Rodrigo Travezán,   Julio Balbuena de ANATE PRODUCCIONES, Julio Ferrari y la Municipalidad de Punta Hermosa.

El costo de cada basurero de mar es de S/.1000.00 soles.
Con tu apoyo  y donaciones esperamos poder colocarlos a la brevedad posible  en las principales play
as y puntos  de surf en el Peru  y más adelante diseñar otros más grandes para colocarlos en puertos y bahías con  alta densidad de contaminación plástica.
 
Este es un proyecto único y pionero en el mundo que refleja la creatividad de los peruanos para resolver con pocos recursos los problemas que el mundo moderno y la tecnología han traido.

martes, 29 de noviembre de 2011

La basura arrojada a los mares facilita la invasión de especies en ecosistemas remotos

La execrable acumulación de objetos de plástico, arrojados como basura a los mares, contribuye muchos más de lo esperado a la colonización por organismos marinos de ecosistemas que se creían a salvo por su remota ubicación. Un estudio británico ha puesto en evidencia la magnitud de esta amenaza para la biodiversidad.
Durante los últimos diez años, el científico David Barnes ha examinado los desechos que arriban a las playas de treinta islas remotas, distribuidas en un espacio geográfico que cubre desde Spitesbergen, en el Ártico, a la isla Signy, en la Antártida. Este investigador del British Antartic Survey (organismo que regula las actividades antárticas británicas), inspeccionó en esas costas la presencia de animales, como briozoos, crustáceos y moluscos, que pueden alcanzar esos ecosistemas a bordo de fragmentos de madera y otros restos flotantes de origen natural, como rocas volcánicas. Pero en su recorrido por esas distantes orillas, Barnes también descubrió una vergonzante cantidad de basura plástica, desde botellas de refrescos a trozos de antiguas redes, utilizada por esos animales para sus largos desplazamientos.  

Pasaje gratuito
De los doscientos restos que examinó sistemáticamente en cada una de esas treinta islas, entre el 20 y el 80% eran plásticos arrojados a los mares. Desde hace tiempo se sabe que el lastre desprendido por los buques ofrece pasaje gratuito a pequeños animales y plantas para viajar de una parte a otra del mundo, introduciéndose en nuevos ecosistemas. Pero si son atinadas las estimaciones de este estudio, la creciente acumulación de desechos de plástico en los mares duplica ahora las oportunidades para que estos pequeños viajeros encuentren un cómodo y seguro transporte. En las regiones tropicales, Barnes encontró un desecho de plástico por cada residuo natural. Sin embargo, en las playas más próximas a los polos, por cada desecho natural contabilizó dos de origen humano.
Aunque en las regiones tropicales se detectó la mayor presencia de "polizones" en esas basuras, la estadística es especialmente preocupante en las islas próximas a la Antártida, ya que los residuos de plástico triplican en esas latitudes a los fragmentos de madera. Afortunadamente, pero sólo por el momento, el Continente Blanco registra temperaturas demasiado frías para la supervivencia de muchos de estos errantes viajeros, aunque la situación podría cambiar en un futuro no muy lejano si las temperaturas en la región suben dos grados centígrados, como predicen los últimos modelos climáticos.
Además, según Barnes, se ha producido un incremento fulminante de la cantidad de basura plástica lanzada a los mares. En las costas de Gran Bretaña se duplicó entre los años 1994 y 1998, mientras que en las aguas oceánicas de la Antártida el número de residuos de plástico se ha multiplicado por cien.
El plástico es especialmente dañino porque su degradación es más lenta que la de la madera y además su flotabilidad es superior. Ambas características lo convierten en un vehículo ideal para que los organismos que se dispersan por los mares culminen travesías marítimas mucho más largas. De hecho, explica Barnes, la distancia entre cada isla respecto a la superficie continental más próxima no parece tener influencia en la proporción de basura plástica, que para colmo de males también contribuye a la mortalidad de especies de mamíferos marinos y aves.